El "invento" de los imanes funciona bien y no he perdido la carlinga, aterrizaje suave y sin daños, vuelo corto pero satisfacción total por volar el avión en estas condiciones.
Un poco más tarde he ido a ver al amigo Miguel, que tenia el Yak-54 en el quirófano, después de un buen leñazo el diagnostico era claro, amputación total de la cuaderna de motor, necesitaba un transplante urgente y así ha sido, el doctor Miguel ha conseguido un nuevo órgano para el paciente y junto se lo hemos implantado, no pongo fotos (aun) porque me quede sin pila, pero en cuanto pueda le hago alguna y la publico, ha quedado un poco "chapu", pero seguro que vuela.
Eso si, impresionante el nuevo "paharo" de Miguel, ya os lo enseñaremos por aquí.
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